No te olvides de la seguridad en tus dispositivos IoT (Internet of Things)

Algunos sencillos pasos pueden ayudarte a asegurar que los hackers no accedan a estos dispositivos.

El Internet de las Cosas abre un mundo de posibilidades, pero no está exento de riesgos.

¿Te imaginas un tenedor que te ayudase a hacer dieta? En realidad, ya existe: Hapifork es un tenedor con bluetooth que monitoriza tu velocidad a la hora de comer, diseñado para ayudarte a comer más despacio y así sentirte lleno antes.

 

¿Te sientes culpable dejando a tus mascotas solas mientras estás fuera? Ahora puedes ver, jugar e incluso repartir snacks a tus mascotas usando productos bastante económicos que ya están disponibles en tiendas.

 

Productos como esos son la punta del iceberg de la innovación. A medida que el Internet de las Cosas (Internet of Things o IoT en inglés) se expande, aquellas cosas que solían considerarse ciencia-ficción se están haciendo cada vez más comunes. Dispositivos que ajustan los niveles de luz y temperatura para asegurar el mejor descanso por la noche, cocinas conectadas que ayudan a crear recetas con los ingredientes que tienes en el armario y el frigorífico, sensores que monitorizan tu estado de salud y te avisan de posibles enfermedades…

 

IoT es un término que abarca cualquier dispositivo que esté conectado e intercambie datos vía internet. En la actualidad, eso incluye Fitbits, termostatos inteligentes, Google Home o Amazon Alexa.

 

Pronto esto también llegará a las ciudades o “smart cities”, en las que la tecnología facilitará el tráfico, ahorrará energía, mejorará la seguridad de los peatones, reducirá la delincuencia… Las fuerzas armadas, el mundo de la moda, los procesos de producción… todos los sectores se verán influidos por esta tecnología entrelazada que avanza vertiginosamente.

 

El cambio llega rápido

Pero en esta prisa por unirse al mundo del IoT, es importante no descuidar la seguridad básica. Y es que muchos de estos dispositivos pueden ser vulnerables al hackeo, y eso significa que cualquier ladrón que entienda de tecnología podría sortear ese sistema inteligente de seguridad y entrar en tu casa o tu vida personal sin ser detectado de innumerables formas.

 

Según F5 Labs, que monitoriza las amenazas del IoT, el riesgo es real: registraron un crecimiento del 249% en ataques contra dispositivos de IoT entre 2016 y 2017, casi la mitad provenientes de China.

 

Aquí tienes algunas formas de protegerte:

  • Asegúrate de que el router Wi-Fi de tu casa cuenta con una contraseña protegida.

  • Cambia las contraseñas que vienen por defecto en cada nuevo dispositivo.

  • Comprueba que las comunicaciones que recibes en tu dispositivo están encriptadas; si no lo están, no te fíes. Una búsqueda en Google te dará la respuesta.

  • Crea contraseñas complicadas y, en la medida de lo posible, solicita validación múltiple con un SMS o email para acceder.

  • Instala siempre y lo antes posible las actualizaciones de los fabricantes.

  • Limita el acceso a la geolocalización en tus dispositivos a no ser que sea necesario.

  • A menos que conozcas bien de dónde viene, evita comprar o usar dispositivos de segunda mano. Este artículo de Forbes habla sobre ello.

 

Procura evitar la mentalidad “instálalo y olvídate” en el IoT o cualquier otro dispositivo conectado. Igual que cierras la puerta de tu casa con llave cada noche, presta atención a esas páginas web que requieren datos personales y son críticas para tu seguridad (bancos, Paypal, redes sociales…). Con el hackeo más presente que nunca, puede convertirse en una puerta abierta que permita entrar a los hackers.

 

Si quieres conocer más sobre este tipo de prácticas, lee nuestro artículo sobre phising y cómo protegerte.


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